domingo, 7 de abril de 2013

5. 04. 2013. EL MAL USO DE LAS URGENCIAS HOSPITALARIAS


Las semanas anteriores, he estado en el área de Observación y en Boxes (área B). En esas áreas, he atendido a pacientes cuyo motivo de consulta conllevaba un tratamiento necesariamente urgente, o al menos, potencialmente urgente; como arritmias cardíacas, hemorragias digestivas, reagudizaciones de EPOC, exacerbaciones del asma bronquial, infecciones en pacientes crónicos, etc.

 Durante esta semana he estado en Triaje. En este área, he podido apreciar que se hace un mal uso de las Urgencias por parte de la ciudadanía y que la idea de que las Urgencias sólo son para pacientes graves que necesitan atención inmediata o casi inmediata no es conocida por la Sociedad. Por ese motivo, el perfil del usuario de Urgencias suele ser un paciente con patología leve.




En una mañana, he podido llegar a ver a casi 40 pacientes. De ellos, realmente graves no eran ni 6. Este hecho, me ha alarmado tanto que me ha llevado a la realización de este blogg.

Según me han explicado, muchos de los pacientes con patología leve, acuden a las Urgencias Hospitalarias por desconocimiento de los centros de urgencia a su disposición en su zona.

El Ministerio de Sanidad, afirma que en los países desarrollados, la utilización de los servicios de urgencia hospitalarios ha crecido en los últimos años. En España, este incremento se debe, en gran parte, a un aumento de los pacientes que utilizan los servicios de urgencia hospitalarios de forma inadecuada, bien sea por problemas banales, problemas sociales o, simplemente, porque tienen más confianza en estos servicios que en otros alternativos. Así, en el informe del Barómetro Sanitario de 2009,  se recoge que el 74% de las personas que acudieron a un servicio de urgencias del hospital lo hicieron por propia decisión, sin haber sido derivados por su médico de Atención Primaria o desde un servicio de urgencias de primaria.

En otro estudio consultado, el uso inadecuado del servicio de Urgencias fue del 30,7%, aunque hay que añadir que la mitad de las visitas evaluadas como adecuadas lo fueron por cumplir, exclusivamente, el criterio de «realización de pruebas diagnósticas»; motivo por el cual, seguramente fueran inadecuadas muchas más. Además, añade que la probabilidad de que la demanda no estuviera justificada fue mayor en los menores de 40 años (44%), en los sujetos sin enfermedad crónica asociada (53,3%) y en los que acudieron espontáneamente (88,4%).


Por tanto, las visitas inadecuadas a los servicios de urgencia hospitalarios de casos que podrían ser resueltos en otros niveles asistenciales, constituyen un importante problema para el Sistema Nacional de Salud, con implicaciones organizativas, de calidad asistencial y de costes.

Además del gasto innecesario, se detraen recursos para los pacientes en situación de riesgo vital y se dificulta la atención a las enfermedades realmente graves.

Según el Ministerio de Sanidad, las visitas innecesarias a los servicios de urgencia hospitalarios de casos que podrían ser resueltos en otros niveles asistenciales, constituyen un importante problema para el Sistema Nacional de Salud, que se refleja en:

  •  Los costes en los Servicios de Urgencias Hospitalarias, que son mayores respecto a otras alternativas de atención como la atención en los centros de primaria
  • Se detraen recursos para los pacientes en situación de riesgo vital y se dificulta la atención a las enfermedades realmente graves, ya que la saturación de los Servicios de Urgencias repercute en la calidad asistencial
  • La sobrecarga se traslada a los servicios diagnósticos y al conjunto del hospital.

Por lo tanto, nos encontramos ante un problema grave, motivo por el cual es importante llevar a cabo campañas y sensibilizar a la población sobre este problema. 

Enfermería, por su parte, puede ayudar a este proceso dando a conocer a la población que los servicios de urgencia de Atención Primaria ofrecen una asistencia excelente y están dotados de profesionales y medios adecuados para atender la mayor parte de las urgencias médicas que se presentan habitualmente.



Por su lado, el Ministerio de Sanidad continúa con esta labor sensibilizando a la población mediante campañas. Éstas se llevan a cabo con la creación de Poster informativos y vídeos de sensibilización como el que  se expone a continuación:









La saturación de los Servicios de Urgencias, como ya he mencionado, repercute sobre los tiempos de espera. Según la bibliografía consultada, el tiempo medio de estancia en urgencias de los pacientes que acuden por patología leve se estima en 3:05 horas, un 26% alargan su tiempo de estancia en más de cuatro horas, y tan sólo un 10,4% permanecen menos de una hora para la valoración y resolución de su proceso.

Todo lo anterior, repercute, por tanto, sobre el tiempo de espera de los pacientes realmente graves, sobre todo en aquellos con patologías más complicadas. En la bibliografía consultada, he podido comprobar que a medida que aumenta el tiempo de espera en el servicio de urgencias los usuarios responden más negativamente, de forma que si éste se alarga en más de dos horas y media la valoración negativa corresponde a más del 67%, llegando a un 73,85% si supera las cuatro horas.

En el estudio consultado, además, se evidencia que la valoración global negativa de la estancia en urgencias aumenta de forma directamente proporcional al aumento en el tiempo de permanencia en la unidad. De igual modo, las valoraciones globales muy positivas disminuyen de forma directamente proporcional al aumento de este tiempo. Con lo que se concluye que la satisfacción de los encuestados disminuye en relación al aumento en el tiempo que permanecen en urgencias. 


Para concluir, he de comentar que no es sólo el tiempo de espera lo que valora la ciudadanía, sino que a pesar del tiempo de espera, en el estudio consultado, la valoración de la atención sanitaria prestada era muy positiva en un 72,4% de los encuestados, por lo que se puede concluir que la satisfacción de los usuarios en la globalidad de la estancia se ve condicionada, en gran medida, por la visión positiva de la atención sanitaria que han recibido.


Quizá por el motivo anterior, las Urgencias Hospitalarias estén cada día más saturadas de pacientes que buscan una atención excelente, pero que no son conscientes de que, por culpa de tal aglomeración, dicha atención dejará de ser tan excelente e incluso, insostenible.

Por lo tanto, Enfermería debe sensibilizar a la población de que el mal uso de las Urgencias Hospitalarias es un grave problema Social en el que todos debemos colaborar. Por ello, debemos dar a conocer a la ciudadanía que existen otros recursos en los que se atienden a  pacientes leves ya que la saturación de las Urgencias Hospitalarias repercute directamente sobre los pacientes graves que sí necesitan este recurso.


BIBLIOGRAFÍA:


  • Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Con Responsabilidad Ganamos todos (sitio en internet). Uso adecuado de los Servicios Sanitarios. Disponible en: http://www.serviciossanitarios.es. Acceso en 6 de abril de 2013.
  •    Blázquez Rodríguez M.C., Chozas García B., Domínguez Pérez L., Leal de Pedro E., Navarro Raya A.,  Sánchez Juan A. Estudio de las Urgencias Hospitalarias. Soporte: Triage Manchester. Servicio de Urgencias R.G. Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid (sitio en internet). Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Madrid.  Disponible en: http://www.codem.es/Tribuna/ptribuna.asp?nNoticia=580. Acceso en 5 de abril de 2013.

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